“Los creó varón y mujer” (Gn. 1, 27 c)
Recemos, hagamos una cadena de oración, pidiendo a Dios que ilumine a nuestros gobernantes, para que sancionen leyes que respeten la vida y la naturaleza; y en especial para que no se apruebe la ley de legalización del “matrimonio” homosexual.
La naturaleza nos indica que son necesarios la mujer y el varón para dar vida, porque ambos se complementan; por eso, permitir la homosexualidad es negar la vida.
Si se permite la unión civil de personas del mismo sexo, luego se permitirá que adopten niños y estos serán educados bajo los mimos criterios, convirtiéndose en un círculo vicioso que no tiene fin.
Y es muy probable que luego en las escuelas se diga a los niños que está bien que les guste alguien de su propio sexo, ofreciendo como un modelo de familia a la unión homosexual. En consecuencia nuestra sociedad estará destruida.
No podemos decir que no nos afecta, porque puede perjudicar gravemente a nuestros hijos, y a los de muchas otras personas.
Podemos encontrar en Internet o revistas numerosos testimonios de personas que se sitúan en contra de la homosexualidad, porque les ha afectado muy cercanamente. Muchos países del mundo han aprobado este tipo de leyes, y ahora intentan volver atrás, porque no ayuda a la sociedad y no le permite desarrollarse.
Que no objeten que los discriminamos, porque si esta ley se aprueba, seremos nosotros los discriminados, los afectados por su modo de pensar y de obrar. Nadie querría que los niños, en el futuro piensen que ser homosexual es lo mismo que ser heterosexual, y que está bien.
Tampoco pueden decirnos que quieren mejorar la vida de numerosos chicos huérfanos adoptándolos, porque existen muchas familias bien constituidas que quieren hacerlo, pero por las excesivas restricciones, el Estado no les permite dar amor a un niño, y cobijarlo en una verdadera familia. Si queremos ayudar a los niños, bajemos las exigencias inútiles de las leyes de adopción.
Sumate a esta campaña en contra de la homosexualidad, que no te dejen convencer.
Recemos entre todos y difundamos esta cadena para evitar la sanción de este tipo de leyes que nos afectan a todos. La oración es el mejor remedio para sanar todos los males.
Si estás de acuerdo, puedes enviar por mail este texto a tus contactos, publica un artículo en tu página web, en tu blog, publicalo en una de las redes sociales, en un periódico o revista, o utiliza cualquier medio de difusión que esté a tu alcance, para que seamos más los oradores, y tenga así más fuerza nuestra oración.
También deja tu comentario aunque te parezca insignificante, nos ayuda para saber que hay quienes defienden la vida y la Creación de Dios.
Gracias por difundirlo
1 comentario:
No estamos de acuerso con el matrimonio homosexual.
ya difunimos el artículo.
Esperemos que se tome consciencia de la gravedad de esa ley.
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