Pesebre

«Hoy en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador,

que es el Mesías, el Señor. Y ésto les servirá de señal:

encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre»

(Lc. 2, 11-12)

.

.

.

Armar el Pesebre es, nada más y nada menos, que una manera de representar un acontecimiento inigualable, trascendental para el mundo entero y de gran relevancia para los católicos: el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
La Navidad es, sin duda alguna, uno de los acontecimientos más importantes del Año Litúrgico, junto con la Semana Santa.
.
.
Seguramente, queridos lectores, se preguntarán... ¿cómo nace la costumbre de los pesebres?
Pues bien, fue San Francisco de Asís, que, luego de un viaje a los Santos Lugares (catacumbas romanas con imágenes de la Virgen sosteniendo al Niño Dios que datan del siglo II), tomó viva concienca de la necesidad de representar el Nacimiento, organizando en una gruta de Greccio (Italia) el primer pesebre viviente. La idea de reproducir el Nacimiento se popularizó rápidamente en todo el mundo cristiano, pasando de los seres vivos a la utilización de figuras.
El Pesebre es armado, tradicionalmente, el 8 de Diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
.
En Amércia fue introducida en la colonización por los frailes franciscanos. (Extraído, en su mayoría, de "Revista del Pesebre"- Cristo Hoy)
.
Es importante que como miembros activos de la Iglesia tomemos conciencia de la importancia del armado del Pesebre, para que también podamos transmitir su verdadero significado a las generaciones posteriores.

¡Jesucristo ha Resucitado!

¡Verdaderamente ha Resucitado!